Iván Mañero, fundó en 2004 la ONG AMIC, y en 2007, la Fundación que lleva su nombre. Ha construido un orfanato en África, y es autor de una línea cosmética. Y todo esto, con poco más de 40 años. Iván Mañero es, posiblemente, uno de los cirujanos plásticos más reputados y reconocidos dentro y fuera de nuestra fronteras, pero sin lugar a dudas, Iván Mañero es un “cirujano top”.
¿Cómo se siente uno al escuchar este resumen de su trayectoria?
Lo cierto es que me abruma ver que viene gente de países tan lejanos como Dubai o Estados Unidos para operarse conmigo. Comprobar que no les importa recorrer 6.000 kilómetros para ponerse en mis manos. Cuando un paciente me escoge, venga de donde venga, lo único que siento es que debo exigirme el máximo de mí mismo como cirujano y como médico para ofrecérselo. Nunca quise ser el mejor, pensando en ser un cirujano reputado, sino que quiero ser el mejor para ofrecer lo mejor a cada uno de mis pacientes.
LA MENTE DE UNA PERSONA ES TODO AQUELLO QUE HA VIVIDO Y LA GENTE CON LA QUE HA COMPARTIDO. EL CUERPO ES LO QUE COMEMOS.
La cirugía estética siempre se asocia al mundo del lujo. ¿Qué es para Iván Mañero el “lujo”?
Es verdad que la cirugía estética se asocia al lujo, pero debemos saber que es una rama de la cirugía que nació como tal en la primera Guerra Mundial para ayudar a los soldados mutilados y que volvió a dar un gran salto con la segunda Guerra Mundial, por la misma razón. Por tanto, cuando nació, no era un lujo sino una necesidad. De hecho, desde hace ya algunos años, estamos viviendo la democratización de la cirugía estética. Ya no es algo exclusivo de actrices de Hollywood o de modelos de pasarela. Yo tengo pacientes que son altos ejecutivos, pero también tengo cajeras de supermercado y todos pueden tener la misma necesidad.
En cuanto ¿qué es para mí el lujo? Lo cierto es que el tiempo me ha demostrado que el lujo es tiempo; tiempo para pasear, para disfrutar de los tuyos, para jugar con tus hijos, para abrir un buen libro o para admirar un hermoso paisaje. Lujo para mí es todo aquello que no se puede comprar.
Su clínica se caracteriza por, precisamente, no parecer un hospital, sino un lugar agradable, , cómodo, para disfrutar. ¿Es eso lo que Iván Mañero busca en los alojamientos que elige a la hora de viajar?
Sí, cuando viajo busco confort, no estoy diciendo lujo, sino comodidad. En mi clínica buscaba lo mismo. Es el lugar donde paso el 80% de mi vida y por ello quise diseñar hasta el último detalle. Quería que fuera bonita, tranquila, confortable, acogedora… y que las personas que pasaran por ella también la vivieran así. Nunca he entendido porqué un hospital debe oler a desinfectante, tener una comida poco apetecible y no ser cómodo. Yo quería “deshospitalizar” los centros médicos.
ME GUSTARÍA HACER UNA RUTA POR BODEGAS SINGULARES, POR PAISAJES SORPRENDENTES.
Una persona como usted, que viaja tantísimo por trabajo ¿También lo hace por placer? ¿Qué destinos elige en ese caso?
Lo cierto es que no entiendo la palabra viajar si no va unida a la palabra placer, aunque sea por trabajo. Si el viaje no te permite disfrutar del lugar, de la gente, de su gastronomía… aunque sea durante un ratito, eso no es viajar, eso es trasladarte de un punto a otro.
Puramente por placer, me gusta viajar con la familia y me gusta descubrir lugares nuevos, es igual si están cerca o lejos, pero necesito que sean lugares que estimulen mis sentidos. Viajar para mí es muy importante. Con los años me he dado cuenta que soy a partes iguales lo que he viajado y la gente con la que he compartido.
La alimentación y la nutrición también es una parte muy importante de los servicios que ofrece su clínica. ¿Por qué ese interés por la gastronomía?
Si la mente de una persona creo que es todo aquello que ha vivido, lo que ha viajado y la gente con la que ha compartido. El cuerpo es lo que comemos. Hoy en día, podemos ayudar a combatir y prevenir muchas enfermedades (como el cáncer o el Alzeimer) a través de la alimentación, pues cada día conocemos mejor la gran relación que hay entre lo que comemos y nuestra salud. Y no solo me refiero a los productos que comemos, sino también debemos saber qué llevan los alimentos que ingerimos y cómo pueden actuar en nuestro organismo. Esto no significa que debamos renunciar al paladar, por ello mi interés en la nutrición, pero sin olvidar el gran papel de la gastronomía en nuestras vidas.
Uno de sus proyectos relacionados con la alimentación es “Ruta Gastronómica: Menú Solidario, Menú Saludable”¿Cuándo y por qué nace el proyecto?
Nace de la necesidad de unir unos conceptos muy importantes en mi vida: la salud, la gastronomía y la solidaridad. La “Ruta Gastronómica: Menú Solidario, Menú Saludable” es un proyecto que pretende ofrecer grandes platos, llenos de sabor, de aroma, de contrastes y que cuiden de nuestra salud. Pero al mismo tiempo, quise que esos menús saludables tuvieran un valor añadido y dar visibilidad a los niños que no tienen asegurado un plato de comida cuando llegan a casa. Por ello, parte de los beneficios de estos menús van destinados al proyecto de sostenibilidad alimentaria que la Fundación Privada Dr. Iván Mañero (DrIM) desarrolla con niños en riesgo de exclusión social en Guinea Bissau (África Occidental). Para poner esta ruta gastronómica en marcha, tuve la suerte de poder involugrar a grandes chefs y dietistas, y aún hoy seguimos trabajando en nuevos platos.
Muchos de los que se dedican a comer y cenar fuera suelen quejarse y decir que no pueden cuidar de su dieta ¿qué opina usted? ¿Cree que se puede mantener un dieta saludable frecuentando establecimientos gastronómicos?
¡Por supuesto! Creo que es una excusa. En todos los restaurantes, incluso en los de menú más económico, tienen una ensalada, un pollo a la plancha, una crema de verduras… El problema está en lo que yo suelo llamar el “comensal social”, es decir, aquella gente que le avergüenza pedir una crema de espárragos y una merluza a la plancha. No se trata de lo que se puede comer fuera de casa, sino de un problema cultural. De la misma manera que, poco a poco, se ha ido borrando de nuestras mentes el fumador social (aquel que fumaba un cigarrillo con el café porque sus compañeros de mesa lo hacían), también debemos acabar con el mito del “comensal social”.
¿Cuál es el plato y el vino favorito de Iván Mañero?
No tengo ni un plato ni un vino concretos. Soy un gran amante del pescado y me encanta casi de cualquier manera posible. En cuanto al vino, hay muchos vinos que me gustan y no podría decir exactamente porqué. Son vinos que cuando los bebes te evocan algo, le ofrecen un placer al paladar. Aunque debo confesar que últimamente me he aficionado mucho a los vinos ecológicos libres de sulfitos.
Todos queremos saber los secretos del mayor experto en estética del país. ¿Cuáles son los tres claves –si se pueden resumen en solo tres- para sentirse bien y estar bien físicamente?
En lugar de tres claves, voy a dar dos: alimentación y deporte. El tercero lo dejo a libre elección, pero debe ser algo que nos haga feliz y eso puede ser la familia, un hobby, la lectura, el trabajo… aquello que nos llene de satisfacción. De esa manera creo que tendríamos el círculo completo para sentirnos bien y estar bien.
Y finalmente, ¿a qué destino le gustaría viajar?
Me gustaría conocer los rincones maravillosos que esconde España. Ahora no quiero buscar lugares mágicos a 10.000 kilómetros sino conozco los sitios mágicos a 10 kilómetros. Me gustaría descubrir lugares, gastronomía y gentes distintas, por ejemplo me encantaría hacer una ruta por bodegas singulares, por paisajes sorprendentes, por monasterios con historia… siempre manteniendo el confort.