Anna Espelt dirige desde hace siete años Espelt Viticultors, bodega familiar con unas vistas excepcionales en la Denominación de Origen Empordà. Su liderazgo se basa en conservar la intuición femenina, tener en cuenta las emociones y sobre todo en rodearse de personas que saben hacer su trabajo mejor que ella. Una mujer inteligente al frente de una de las bodegas más conocidas del Empordà. ¿Te quedas a conocerla?
Por Esther Ibañez
¿Cuál es el momento más emocionante en la elaboración del vino para Anna Espelt?
Hay varios momentos emocionantes. Por un lado la vendimia: el momento donde hay el rito de paso, de fuera a dentro, de sólido a líquido. Es una de las fechas mas decisivas en la vida de un vino.
Por otro lado, cuando lo cato -a poder ser con alguien a quien quiero – en su momento justo de botella. En ese sorbo me viene a la cabeza toda la historia del vino, como en el tráiler de una película. Entonces todos los deseos y todos los momentos de duda se convierten en alegría.
¿Cuánto hay de pasión y cuánto de tradición familiar en tu decisión de dedicarte al vino?
Si me lo hubieras preguntado hace quince años te habría dicho que era pasión. Con el paso del tiempo me he dado cuenta que la tradición en mi familia era tan potente que estaba casi predestinada a dedicarme a lo que me dedico sin saberlo. La pasión llega luego, y es esencial.
COPYRIGHT FOTO: @ Maoz Eliakim / Espelt Viticultors
¿Cómo definirías los vinos del Empordà?
Los vinos del Empordà son vinos mediterráneos y a la vez de ladera. El hecho de estar dónde el Pirineo se funde con el mar es clave, además de poético. Esto los hace intensos. Son vinos que muestran sutilmente el paisaje de donde vienen, con notas siempre presentes de sotobosque mediterráneo.
¿Cuál crees que es su punto fuerte?
El Empordà es una zona conocida desde hace mucho tiempo por su gastronomía, tanto la tradicional como la alta gastronomía. Es así por muchos motivos: se trata de una zona de paso, turística, y sobre todo tenemos una materia prima de excelente calidad y muy muy diversa. Esto hace que cuando elaboramos vino siempre pensemos en crear vinos gastronómicos, que funcionen bien con la comida.
«SOY MÁS DE VIÑEDO, MIS ORÍGENES ESTÁN EN LA VITICULTURA». Anna Espelt, Espelt Viticultors.
Cuéntanos alguna tradición curiosa relacionada con el vino en el Empordà.
Aquí utilizamos la palabra lledoner para nombrar a las uvas de garnacha porque reservamos la palabra garnatxa para los vinos dulces hechos con esta uva.
La garnatxa era un vino dulce que no se comercializaba, sino que cada productor lo elaboraba para consumir en su propia casa y, sobre todo, para dar la bienvenida a los visitantes.
Cuando alguien llegaba a una casa le ofrecían un vasito de garnatxa y, si tenía suerte, unos frutos secos o unas galletas. En cada casa la elaboración tenía su receta particular, aunque siempre tenía en común la variedad y diferentes grados de oxidación.
Mi abuelo se inspiró en las mejores garnatxas de la zona para hacer su propia receta, que es la que elaboramos actualmente. Este es un vino muy importante para mí porque simboliza mis raíces: la familia, la zona y la enología local.
En un tiempo donde utilizamos técnicas aprendidas, esta es una elaboración absolutamente tradicional. El hecho de tener unas raíces bien profundas es lo que nos permite poder florecer.
COPYRIGHT FOTO: @ Espelt Viticultors
Anna Espelt es más de viñedo o de bodega ¿dónde te encuentras más a gusto?
Soy más de viñedo. Mis orígenes están en la viticultura. Más de ocho generaciones en la familia han sido viticultores, y solo hace veinte años que mi familia hace vino (que no sea para consumo propio, claro).
Así que supongo que es por esto que pasé mis primeros ocho años cuidando las viñas de la familia. Continúo pensando que la viña – conseguir las sinergias del terroir- es lo mas importante, la conditio sine qua non, para hacer vinos buenos.
Queremos dar con las claves del liderazgo femenino en el mundo del vino. ¿Cuánto tiempo llevas al frente de Celler Espelt? ¿Qué estilo de dirección pones en práctica con los trabajadores?
Llevo siete años en la dirección de la bodega, desde que volví de la baja por maternidad de mi hija pequeña. Me gusta mucho rodearme de gente que conozca su trabajo mejor que yo, de forma que sea fácil dejar hacer a cada uno lo que sabe hacer bien.
Es un tipo de funcionamiento muy agradecido aunque aún estoy lejos de saberlo aplicar tan bien como me gustaría, ya que requiere una comunicación muy fluida. Así que de momento es un ideal y ¡soy una aprendiz!
«A LAS MUJERES QUE SE INICIAN EN LA DIRECCIÓN DE UNA BODEGA LES RECOMENDARÍA QUE NO ABANDONEN SU FEMINIDAD, YA QUE LES SERÁ MUY ÚTIL EN MUCHOS MOMENTOS DEL CAMINO». Anna Espelt, Espelt Viticultors
¿Existe un tipo de liderazgo propio de las mujeres?
Creo que cada persona tiene su tipo de liderazgo. Está claro que hay liderazgos con más o menos masculinidad y más o menos feminidad, ya que todas las personas tenemos estas dos esencias y, en general las mujeres tenemos más feminidad que masculinidad.
Tradicionalmente la feminidad se había escondido en el mundo laboral y aún más en el del liderazgo, pero cada vez se puede liderar con más feminidad. Eso suele permitir una mayor implicación en lo emocional, en la visión de conjunto (de la “foto grande”), en las relaciones con la comunidad e incluso en la intuición.
COPYRIGHT FOTO: @ Maoz Eliakim / Espelt Viticultors
¿Qué consejos darías a mujeres que se iniciasen en la dirección de una bodega?
Para mí lo más difícil fue la paciencia, darme cuenta que todo lo que se hace en el mundo del vino es a largo plazo, mucho más largo que en la mayoría de otros sectores.
Cada cambio que se quiere hacer en el viñedo tarda unos tres años como mínimo en dar sus frutos. Las plantaciones se hacen pensado a 30 años vista. Así que es esencial tener la triple mirada, del corto, medio y largo plazo.
También recomendaría que no abandonen su feminidad, ya que les será muy útil en muchos momentos del camino.
Descríbenos un momento perfecto y el vino que te estaríaas tomando.
En la terraza de casa, con vistas al viñedo del Empordà, abriendo ostras recién compradas en Port-Vendres, después de haber disfrutado del viaje y del recorrido al lado de los acantilados sobre el Mediterráneo. Estaría bebiendo vino espumoso degollado en el momento y elaborado en casa, junto a alguien a quien amo.
Si queires conocer a otras mujeres que están liderando empresas en el sector del vino no te pierdas las entrevistas a Mireia Torres, Marta Vidal y Maria Dolors Segarra.
COPYRIGHT FOTO: @ Maoz Eliakim / Espelt Viticultors