Cuando pensamos en Francia, lo primero que nos viene a la mente es París, además de sus grandes regiones vitivinícolas, su exquisita gastronomía y su rica cultura. Francia es un destino hecho para enamorados, donde la belleza se respira en cada rincón y la historia susurra en cada callejón.

Imagina pasear por las calles empedradas de Montmartre, con la Torre Eiffel iluminada como telón de fondo, mientras disfrutas de una copa de vino y una deliciosa «crêpe». O recorrer los campos de lavanda de Provenza mientras te dejas llevar por su aroma y la belleza del paisaje. 

Francia tiene todos los elementos para ser el escenario perfecto de una escapada romántica. Además, París, en particular, es mundialmente conocida como la ciudad del amor. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué?

¿Por qué Francia se considera un destino romántico?

Hablemos de historia: a principios del s. XIX, surge el romanticismo, una nueva corriente artística, que se expande por toda Europa, y encuentra en Francia un terreno fértil para florecer. Es entonces cuando París se transforma en el hogar de escritores y poetas románticos, que priorizan los sentimientos, y, sobre todo, el amor en sus obras. Poemas, novelas y ensayos de la época lo demuestran.

Así pues, en aquel período, París se convirtió en un imán para artistas e intelectuales. Poetas como Víctor Hugo o Charles Baudelaire encontraron en la ciudad la inspiración perfecta para sus obras, impregnándolas de pasión, amor y melancolía. Sus versos, novelas y dramas contribuyeron a consolidar la imagen de París como la capital del romanticismo.

No solo la literatura se ha empapado del romanticismo de París; la música también ha sido profundamente influenciada por este movimiento y por la ciudad. Compositores como Frédéric Chopin y Giacomo Puccini encontraron en París una fuente de creatividad para componer algunas de sus obras más memorables.

El cine, heredero de esta tradición, ha inmortalizado a París como escenario de grandes historias de amor. Desde el clásico Amélie, que nos invita a recorrer el pintoresco barrio de Montmartre, hasta Medianoche en París, donde Woody Allen nos transporta a una época dorada de la ciudad, el cine ha contribuido a alimentar el mito romántico de París.

Más allá de la ficción, la ciudad ofrece un sinfín de rincones que invitan a susurrar palabras de amor. 

Pasear por las orillas del Sena, contemplar la puesta de sol desde lo alto de la Torre Eiffel, visitar el Muro de los Te quiero o perderse entre las callejuelas del barrio Latino son solo algunas de las experiencias románticas que te esperan en París.Si buscas un destino para celebrar el amor, París es sin duda la opción perfecta. Déjate llevar por su encanto y vive tu propia historia de amor en la ciudad que inspiró a tantos artistas y sigue enamorando a corazones de todo el mundo.

¿Cuál es la mejor época para viajar en pareja a Francia?

Aunque cualquier momento del año puede ser perfecto para una escapada romántica en Francia, la primavera (de abril a junio) y el otoño (de septiembre a noviembre) son las estaciones más recomendadas. 

Durante estos períodos, el clima es agradable y las multitudes de turistas son menores, lo que permite disfrutar de los destinos con más tranquilidad. La primavera es especialmente hermosa con los campos y jardines en plena floración, mientras que el otoño ofrece un paisaje dorado y temperaturas suaves, ideales para paseos y pícnics al aire libre. 

5 ciudades y regiones más románticas de Francia

Entre la variedad de paisajes y pueblos pintorescos que ofrece Francia, decidir un destino puede resultar abrumador. Por ello, hemos preparado un recorrido por las cinco ciudades y regiones más románticas del país, en las que podrás vivir momentos inolvidables con tu persona especial ;-)

1. París: La ciudad de las luces y del amor

Como ya hemos podido constatar, la capital francesa es sin duda el destino romántico por excelencia. Con su icónica Torre Eiffel, los encantadores cafés en cada esquina y los paseos por el Sena, París ofrece un ambiente mágico y único. Pasear por el barrio de Montmartre o simplemente disfrutar de un pícnic en los jardines de Luxemburgo son solo algunas de las muchas actividades que harán de tu estancia un recuerdo inolvidable.

2. Provenza: Encanto y tranquilidad

La región de Provenza es famosa por sus interminables campos de lavanda, viñedos y pequeños pueblos llenos de encanto. Lugares como Gordes, Roussillon y Saint-Rémy-de-Provence son perfectos para quienes buscan una escapada tranquila y pintoresca. Aquí podréis disfrutar de la gastronomía local, pasear por mercados al aire libre y relajaros en el entorno natural y sereno de los campos provenzales. 

3. Burdeos: Elegancia y buen vivir

Conocida mundialmente por sus vinos, Burdeos es una ciudad que combina a la perfección elegancia y romanticismo. Sus calles están llenas de arquitectura impresionante, como la Place de la Bourse y la Catedral de Saint-André. Un paseo por el puerto, una visita a los viñedos cercanos de Saint-Émilion y una cena en uno de sus muchos restaurantes gourmet hacen de Burdeos un destino ideal para los amantes del buen vivir.

4. Estrasburgo: Un cruce de culturas

Situada en la región de Alsacia, Estrasburgo ofrece una mezcla única de cultura francesa y alemana. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de calles adoquinadas y casas con entramado de madera. El romántico barrio de La Petite France, con sus canales y puentes, es perfecto para pasear de la mano y disfrutar de la belleza del lugar. Además, la catedral gótica de Estrasburgo es una visita obligada.

5. Niza: Glamour en la Riviera Francesa

Niza, ubicada en la famosa Riviera Francesa, es una ciudad que ofrece un ambiente tranquilo y glamoroso. Sus magníficas playas, el paseo de los Ingleses y la animada vida nocturna hacen de Niza un destino ideal para parejas que buscan combinar relax y diversión. Además, su proximidad a otros destinos de la Costa Azul, como Mónaco y Cannes, permite explorar aún más esta encantadora región.

Listado de top cinco mejores hoteles románticos en Francia 2024

Estas cinco ciudades son solo una muestra de lo que Francia puede ofreceros. Ahora bien, ¿dónde hospedarse en cada una de ellas? A continuación, te presentamos la opción excepcional que hemos elegido para ti en cada destino.

1. Hotel Le Burgundy (París)

A solo unos pasos de la animada Rue Saint-Honoré con sus boutiques de lujo, Le Burgundy os invita a disfrutar de un remanso de paz en el corazón de París. Su ambiente íntimo y sofisticado, junto con su spa de lujo y su restaurante gourmet galardonado con una estrella Michelin, lo convierten en el lugar perfecto para una escapada romántica.

Gracias a su ubicación privilegiada, Le Burgundy podréis descubrir a pie muchos de los lugares más emblemáticos de París, como los Campos Elíseos, el río Sena, la Ópera Garnier y el Jardín de las Tullerías. Además, la estación de metro Madeleine se encuentra a solo unos pasos, lo que te facilita el acceso a cualquier punto de la ciudad.

Las habitaciones y suites están decoradas con un estilo contemporáneo y ofrecen todas las comodidades modernas, incluyendo acceso a un spa, piscina cubierta y tratamientos de belleza.

En el Restaurante Le Baudelaire podréis vivir una cena romántica excepcional de la mano del chef Anthony Denon con platos de la cocina francesa contemporánea. La experiencia culinaria en Le Baudelaire va más allá de la cena. De jueves a domingo, podréis disfrutar de un momento dulce incomparable con el tea-time más exquisito de la ciudad, cortesía del chef pastelero Léandre Vivier y su creación: Le Goûter du Burgundy.

Este goûter es mucho más que una simple merienda; es una experiencia gourmet donde Vivier utiliza ingredientes puros y de alta calidad para crear una variedad de postres que te transportarán a un viaje sensorial por todo el mundo. 

Cada creación gastronómica es una obra maestra en sí misma: desde el sablé de frambuesa y canela, evocación de las Seychelles, junto al Calisson de Aix-en-Provence, donde la flor de azahar adquiere su máximo esplendor, sin dejar de lado el brioche con dulce de leche y vainilla azul de La Réunion, el Chai de chocolate, inspirado en Rajastán, las fresas con Flor de Tagete de México o el Lemon Shiso Vert, un postre fresco y ligero homenaje al país nipón. Todo ello bien marinado con una bebida caliente o una copa de Champagne.

Además, en el Bar Le Charles podréis degustar cócteles creativos, en un entorno ecléctico lleno de arte y cultura. 

2. Le Clos de Gordes (Provenza)

En el encantador pueblo de Gordes se encuentra Le Clos de Gordes, un exclusivo hotel boutique para adultos con solo cinco habitaciones. Este refugio íntimo y acogedor está diseñado para ofreceros una experiencia inolvidable en pareja.

Llegar a Le Clos de Gordes es sencillo desde cualquier punto, ya sea en coche, tren o avión, gracias a su estratégica ubicación, a solo 35 km de la estación TGV de Aviñón y a 23 km del aeropuerto de Aviñón-Provence. Esta accesibilidad convierte a Le Clos de Gordes en el punto de partida ideal para explorar la Provenza francesa. Pero más allá de su excelente ubicación, este lugar encantador ofrece un sinfín de experiencias para una escapada romántica inolvidable.

En Le Clos de Gordes no solo encontraréis un lugar donde alojaros; es un espacio diseñado para reconectar. Podréis relajaros en su jardín y refrescaros en la piscina exterior. Además, disfrutaréis de un delicioso y abundante desayuno buffet con fruta fresca de temporada, pan casero y huevos preparados al gusto, todo ello acompañados del aroma de la lavanda y del canto de los pájaros, ideal para empezar el día con una sonrisa.

Gordes en sí mismo es un paraíso romántico elevado sobre una colina de 370 metros sobre el mar. Con sus callejuelas y pintorescas casas de piedra parece un pueblo sacado de un cuento de hadas. Cada rincón ofrece panorámicas impresionantes de los campos provenzales. Sin embargo, si buscáis la mejor vista, no podéis dejar de subir al Château de Gordes, desde donde podréis contemplar una perspectiva espectacular del valle de Luberon. 

Para los amantes del vino, Gordes es el destino perfecto para recorrer los viñedos en bicicleta y descubrir joyas como el Museo de la Lavanda, el Museo del Aceite de Oliva o Domaine de la Citadelle, una prestigiosa bodega donde podréis pasear por su Jardín botánico, explorar el Museo del Sacacorchos y disfrutar de una experiencia enológica completa.

3. Hotel Villas Foch (Burdeos)

Ubicado en una majestuosa mansión del siglo XIX, Villas Foch es un tesoro escondido en el corazón de Burdeos.

Desde el momento en que lleguéis, os envolverá una atmósfera de elegancia y tranquilidad. Las habitaciones, cómodas y silenciosas, son perfectas para relajaros y disfrutar de momentos especiales juntos.

Gracias a su ubicación estratégica, Villas Foch es el lugar ideal para explorar a pie las maravillas de Burdeos. Desde un paseo romántico por las orillas del Garona, un pícnic en el Jardín público o una visita al impresionante CAPC Museo de Arte Contemporáneo, cada rincón de la ciudad respira arte y cultura. 

Pero si hay un lugar realmente romántico es la Place de la Bourse con su famoso espejo de agua que se transforma mágicamente con la luz del día y la noche. El espectáculo de colores y luces al atardecer es sencillamente espectacular.

Después de un agradable paseo por la ciudad, no hay nada mejor que una sesión en el spa de Villas Foch, ubicado en una bóveda de piedra tallada, seguida de un placentero baño en su piscina climatizada con diseño inspirado en los baños romanos.Para culminar la jornada, en Le Ferdinand, el exclusivo bar del hotel, os esperan con una carta de cócteles magistrales y una selección exquisita de los mejores vinos de Bordeaux, incluyendo los prestigiosos vinos de Saint-Émilion.

4. Hotel & Spa Regent Petite France (Estrasburgo)

Imaginad despertaros con vistas a las pintorescas casas de entramado de madera y los canales del barrio Petite France en Estrasburgo. Este sueño se hace realidad en el Hôtel & Spa Régent Petite France, un antiguo edificio industrial transformado en un oasis de lujo rodeado de agua. Cada habitación y suite, diseñada con un estilo único y refinado, está llena de detalles que invitan a desconectar. 

Pero el sueño no acaba aquí, en el Hôtel & Spa Régent Petite France podréis disfrutar de un baño turco o relajaros en una bañera de hidromasaje con vistas a los canales. ¿Qué puede ser más relajante y romántico?

Para los amantes de la buena comida, tanto el restaurante como el bar del hotel son paradas obligatorias. Los chefs galardonados Nicolas Stamm-Corby y Serge Schaal, junto con el talentoso Chef Ejecutivo Cédric Koch, ofrecen un festín gastronómico que combina a la perfección sabores mediterráneos: filete de pez San Pedro, perfectamente asado, que se desglasa con el limón de Menton, aportando una acidez sutil que realza su sabor. Por no hablar del tierno cordero lechal de los Pirineos en su jugo y un puré de guisantes con menta, ¡simplemente delicioso! Todo ello, acompañado de unas vistas inigualables de la plaza Benjamin Zix, convierte cada comida en una experiencia única e inolvidable.

Además, la ubicación estratégica del hotel, a solo 5 minutos de la estación de TGV, facilita su accesibilidad. Al estar justo en el corazón de la ciudad, podréis descubrir fácilmente las maravillas culturales de Estrasburgo. Desde los encantadores mercadillos navideños hasta la impresionante Catedral gótica y los museos repletos de historia, cada rincón de esta cautivadora ciudad estará a vuestro alcance.Además de su ubicación y sus vistas, un punto a favor del Hôtel & Spa Régent Petite France es su compromiso por la sostenibilidad y su apuesta por el turismo responsable, con iniciativas como la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos y el apoyo a la biodiversidad local.

5. Hôtel Le Petit Palais (Niza)

Si lo que queréis es vivir en un antiguo palacio al más puro estilo Belle Époque, rodeados de naturaleza y elegancia, el hotel Le Petit Palais, es el refugio perfecto para vivir momentos inolvidables en pareja.

Ubicado en uno de los barrios más elegantes e históricos de Niza, Le Petit Palais se distingue por sus magníficas vistas panorámicas de los tejados anaranjados del casco antiguo y de la Bahía de los Ángeles. Este hotel boutique, con solo 25 habitaciones, es un pequeño nido en medio de la ciudad.

Cada mañana, podréis deleitaros con un completo desayuno en una de sus terrazas, comenzando vuestro día de la mejor manera posible. Y para relajarse, qué mejor que pasar un refrescante día en su piscina exterior.

Además, de la tranquilidad y el confort que ofrece Le Petit Palais, el hotel organiza eventos especiales como veladas de jazz, que añaden un toque extra de romanticismo a vuestra estancia.

Con sus exuberantes jardines repletos de jazmines, rosas y olivos, y su tentadora piscina, será difícil resistirse a salir del Hôtel Le Petit Palais. No obstante, si deseáis explorar Niza, este hotel boutique está perfectamente ubicado. Es el punto de partida ideal para los amantes del arte que deseen visitar los museos más destacados de la ciudad, como el Museo Chagall y el Museo Matisse.

De allí, podréis recorrer las calles laberínticas y plazas del casco antiguo y descubrir uno de los palacetes más icónicos como el Hotel Negresco o el Palacio Masséna, que hoy en día alberga un museo de Arte e Historia. Además, una parada obligada es el Mercado de las Flores, ideal para adquirir un ramo de flores frescas.

Nada mejor que culminar vuestra velada con un paseo por el Paseo de los Ingleses y subir a la Colina del Castillo, donde podréis disfrutar de una magnífica puesta de sol con una panorámica excepcional de la ciudad de Niza.

Cada uno de estos hoteles no solo ofrece tranquilidad y confort, sino también una experiencia única que dejará una huella imborrable en vuestros corazones. Y si deseáis explorar más opciones, no os perdáis nuestro artículo sobre los Cinco hoteles más románticos en Italia.