El amor es poliédrico y se encarna en diferentes vestiduras, intenciones e intensidades. Del mismo modo, se expresa de formas tan variadas como “entes amantes” existen. Y el vino, queridos y queridas winelovers, no es ninguna excepción.
Por Rafa Moreno
Porque saber beber es sexy, os presentamos cinco vinos que dirán mucho de ti. Una selección cuya génesis descansa sobre las historias que en ellos anidan. Cinco vinos para decirle “te quiero”:
Waltraud (riesling de la Familia Torres. DO Penedès)
Sabes que es especial y se lo merece todo. A tu dulce y amada rareza le encantará compartir contigo este riesling de las zonas altas del Penedès; un vino tan peculiar como elegante, tan diferente como inolvidable.
Waltraud es un homenaje y una declaración de amor de Miguel A. Torres a su esposa, Waltraud Maczasseck.
La riesling que da vida a Waltraud se aleja del paradigma varietal propio de los nobles ejemplos de centro Europa, para abrazar la calidez de la fruta madura. Y es que, como el amor, la riesling se sabe poseedora de distintos matices y grados de profundidad.
En nariz pasan sin llamar, como seduciéndote, las notas de fruta madura de hueso y sensual fondo cítrico. Notas que conviven en un eterno abrazo floral con la golosa miel y el adulto humo; culminando en un paso por boca glicérico e untuoso. Amor hecho vino.
Ramón do Casar 2016 Treixadura Barrica. (Treixadura de Bodega Ramón do Casar, DO Ribeiro)
Bodega joven de alma vieja. Fundada en 2013 esta bodega enclavada en el Valle del Casar, en el marco de la DO Ribeiro respira historia, familia y emoción.
La historia del eterno retorno a la gallega. Ese irse para volver tan nuestro. Ramón do Casar respira gracias a los hijos de los que un día emigraron en busca de un futuro mejor.
Una bodega y unos vinos que, como en todo el Ribeiro, nacen de vendimias imposibles y de parcelas cuyo origen se pierde en la cronología.
Y el vino nos lo cuenta todo. Hablamos de una elaboración de porte aristocrático y elegante; que sin embargo nace del esfuerzo y las duras manos de una gente que saca lo mejor de una tierra difícil que requiere grandes dosis de sacrificio.
El resultado es esta treixadura seductora como pocas. Ahí están las clásicas notas exóticas de lichis y el goloso plátano. La crianza en barrica aporta textura y madurez a un vino que, sin embargo mantiene un tensa acidez que sostiene al conjunto.
Un frescor frugal y señorial que nos recuerda a los grandes blancos de climas con mayor acento continental. Historia hecha vino.
Aalto 2015 (tempranillo de Aalto Bodegas y Viñedos. DO Ribera del Duero)
Para amores clásicos y maduros. La bodega, cuyo nombre es deudor del arquitecto finés Alvar Aalto constituye la esencia de los vinos más golosos y elegantes de una región que ha visto como sus vinos bandera se desvisten de roble para expresarse desde la fruta y la tierra.
Así, Aalto 2015 nos conquista desde su nariz, salpicada de matices e intensa, donde la fruta deviene en tentación, fresca, negra y redonda, arrebatadora.
En boca se nos antoja complejo, amplio y estructurado. Con un paladar de terciopelo púrpura profundo que nos regala regaliz y café, tabaco y especias. Amor adulto de dos rombos.
Ànima Negra. (Callet monovarietal de Ànima Negra. Mallorca)
Que la bodega ocupe el espacio de la antigua “possessió” de Son Burguera fechada del s. XIII, nos dice mucho de la intención de esta bodega. Amor y comprensión por su isla, por la tierra y por su rica herencia del cultivo de la vid. No en vano, elaboran vinos con las variedades locales callet, mantonegro, fogoneu y prensal blanc. Una manera de expresar los afectos y los sabores de una tierra que se sabe querida y deseada.
Anima Negra, el vino, es para amores profundos; de esos que necesitan de varias vidas para ser disfrutados. Cálido y eterno, su púrpura oscuro nos anuncia esa intensidad aromática frutal que nos recuerda a frutos del bosque en su versión más ampulosa y hedonista.
En boca, su grado deviene en seda gracias a los dieciocho meses en barricas a medio tostar de gran muy fino; y es entonces cuando te rindes, sin solución, a su final de esencia y alma de bosque mediterráneo; y quieres más…
Lustau Amontillado VORS (de Bodegas Lustau, Jerez)
Amores eternos y amantes ardientes. He aquí vuestro néctar. Este Amontillado VORS (very rare sherry) de treinta años de edad demuestra que el tiempo, en ocasiones, es un aliado que todo lo puede.
Nos encontramos ante uno de los buques insignias de la bodega Lustau que, como no podría ser de otro modo, encarna el paradigma de tradición, cultura y prestigio de los vinos de Jerez.
Un vino adulto, maduro, que viste de ámbar oscuro, de una profundidad y belleza hipnóticas. Y así te enamora. Luego, en nariz asoman tímidas primero, expresivas después, las maderas, el cuero y el regaliz; bajo un distintivo toque salino propio de los viejos amontillados; y entonces vuestro amor está sellado de por vida.
Vinos que desvisten almas y ensalzan corazones. Vinos con historias que contar. Vinos que, de un modo u otro, nacen del amor y la pasión. Del recuerdo y el dolor. De la memoria y el olvido; del arraigo a la tierra y de la biografía de los/as que la trabajaron.
Vinos que, en definitiva, esconden una única intención: celebrar la vida y el amor. Aunque a veces duela.
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