Conocida por playas paradisíacas en Islas Griegas, una historia milenaria y una gastronomía mediterránea excelente, Grecia es también país productor de vinos que están conquistando poco a poco los paladares de amantes del vino en todo el mundo.
Redacción
La gastronomía siempre es nuestro foco, pero viajar a Grecia es conocer el país de los Dioses por excelencia y aquí historia, cultura, gastronomía y vinos son una unión universal e impensable de desgranar. La historia de Grecia es una de las más estudiadas y documentadas del mundo – todos hemos leído sobre la Grecia Antigua y la Grecia Clásica – y uno de sus grandes atractivos turísticos del país. Junto a ella, el mar y las playas de las Islas Griegas.
La historia griega se entremezcla con una cultura gastronómica muy rica que incluye aceite de oliva, aceitunas, tomates, berenjenas, pepino, quesos y pescados como alimentos estrella.
Historia, gastronomía y vinos, la unión inseparable de Grecia
Desde hace algunos años, el vino griego ha empezado a darse a conocer en los mercados internacionales, a pesar de que el origen de esta bebidas se sitúa en Irak, Irán y Georgia, y ya fue Grecia el primer país de Occidente en elaborarlo.
La viticultura se popularizó en la cultura griega durante la Edad de Bronce (3.000 a.C.) y tuvo una gran influencia en el cultivo de la vid y la elaboración de vino en las futuras colonias del Imperio.
Gracias a las conquistas en la época de la Grecia Clásica (S-V. a.C. – comienzos S. IV a.C), desde Grecia la cultura del vino se expandió por el Sur de Italia y la isla de Sicilia, el Sur de Francia y la región del Levante de España.
El vino contaba incluso con su propio Dios, Dionisio hijo de Zeus, que en la Antigua Roma se bautizó como Baco.
Hoy en día el vino griego se conoce en gran parte gracias a la variedad Assyrtiko, una de las más sorprendentes variedades locales y originaria de la isla de Santorini, en las Cicladas.
Toos estos vinos cobran vida al lado de deliciosos platos de gastronomía griega que, si has estado en el país, seguro recordarás. No podemos separar el vino de la comida, y en Grecia mucho menos, ya que la cultura gastronómica es parte de su identidad desde hace millones de años.
Assyrtiko, la sorpresa de Grecia
La variedad assyrtiko proviene de la isla de Santorini, más conocida por extraordinarias puestas de sol y el turismo de lujo que por sus vinos. Pero si somos capaces de visitar esta maravillosa isla volcánica desde otro punto de vista, descubriremos que el 65% de los viñedos de Santorini son de la variedad assyrtiko. Muchos de estos viñedos no están injertados, de modo que algunos llegan incluso a la edad de 250 años.
La tierra volcánica y los fuertes vientos obligaron a los viticultores a crear el kouloura, una forma de poda en cestas para proteger las vides del viento.
Los vinos que encontraremos en Santorini muestran sus raíces volcánicas: son vinos secos y minerales, mientras que los assyrtiko que encontramos en la península, por ejemplo en la región de Nemea cerca de Atenas, son menos minerales y redondos.
Puedes ver un vídeo del sumiller David Seijas catando para Winestyle Travel un vino blanco de Domaine Papaginnakos de la región de Nemea aquí.
Un destino gastronómico imprescindible
En un viaje a Grecia podemos conocer la historia de una de las culturas más fascinantes del mundo, y combinarlo con deliciosas propuestas gastronómicas. Estos son sólo algunos de los platos griegos que deberías probar:
- La famosa Mousakás (Musaka), que tiene un aspecto parecido al de una lasaña pero en lugar de pasta se utilizan berenjenas, patatas y el relleno es de carne picada.
- El Tzatziki, una de las salsa más habituales que seguramente has probado, y que se prepara con yogur griego (más espeso que el yogur natural), pepino, aceite de oliva, pimienta y ajo. Ideal para un dipping, como comeríamos un hummus, con palitos de zanahoria o un poco de pan.
- Dolmadakia, que reconocerás porque tienen un tamaño similar a las croquetas, y se trata de arroz envuelto en hojas de parra (a veces el arroz se prepara también con carne).
Viajar a Grecia es soñar despiertos y disfrutar de una gastronomía mediterránea generosa y muy a menudo con preparaciones artesanales y producto de proximidad. Forma parte de los grandes países donde la gastronomía es un reclamo para el visitante, como Italia, Francia, España o Portugal.
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