Las islas griegas son un destino habitual para los amantes del mar y la navegación. Playas infinitas, calas de colores que se funden con el azul profundo del mar e innumerables tabernas y restaurantes donde comer bien y a buen precio son su mayor reclamo.
Parte de la historia de Grecia se explica también en este rincón del Mediterráneo, donde los griegos derrotaron finalmente la flota persa en la isla de Salamina. Así que navegar en catamarán por las Islas Sarónicas es una de las opciones que tienes si decides emprender este tipo de viaje hacia el mar griego, en el que cultura, historia, paisaje, aguas cristalinas y comidas deliciosas te esperan en cada puerto.
Otros destinos como las Islas Ciclíadas o las Jónicas son también una excelente alternativa (incluso mejor). En las primeras, el fuerte viento puede ser una dificultad a la hora de navegar con catamarán, pero hay muchas otras opciones con barcos más grandes y cruceros. A las segundas espero poder ir pronto y volver aquí para contarte cómo fue.
FOTO: Los atardeceres en las Islas Sarónicas son inolvidables / @Glòria Vallès
¿Dónde están las Islas Sarónicas?
El Mar Egeo, que sirve de anexo acuático entre Europa y Asia Menor, es el lugar donde encontramos las Islas Sarónicas. Es parte del Mar Mediterráneo, y debe su nombre a Egeo (Aigeús), noveno rey de Atenas. Fue en recuerdo a la muerte de Egeo, que ocurrió cuando creyó muerto a su hijo Teseo tras su encuentro con el Minotauro, que estas aguas reciben su nombre.
Si quieres conocer la mitología, parte de la historia, de la cultura y la filosofía griegas te recomiendo el libro «El corazón de Ulises» de Javier Reverte, uno de mis autores favoritos sobre viajes. Sus páginas me han acompañado a lo largo de mi último viaje a Grecia y me han aportado un contexto extraordinario difícil de encontrar en blogs y guías de viaje digitales.
MAPA: Google Maps
Mejor época para navegar
Entre Atenas y el Peloponeso, el Golfo Sarónico es una de las zonas más tranquilas para navegar en Grecia, seguramente porque quedan más resguardadas de los fuertes vientos que azotan habitualmente la región. Además, resulta conveniente este destino si quieres escaparte un máximo de diez días y aprovechar para visitar Atenas antes de empezar a navegar.
Durante los meses de Julio y Agosto las calas y puertos están, como en el resto del Mediterráneo, llenos de barcos, marineros y turistas listos para aprovechar al máximo sus días de vacaciones. Si prefieres la quietud, nuestro capitán nos recomendó navegar en septiembre, así que como no soy experta en barcos, en clima ni en navegación, te traslado su recomendación :-)
Ruta por las Islas Sarónicas (y lo que no puedes perderte)
La ruta de navegación por las Islas Sarónicas la decide siempre el capitán del barco, según las condiciones climáticas – siendo el viento un elemento importante a tener en cuenta – y las aglomeraciones esperadas en puertos y calas. Así que te comparto algunos puntos imprescindibles a descubrir, sin que sea esta la ruta recomendada o la única definida.
Poros
A unas cinco horas de navegación desde el puerto más cercano a Atenas llegamos a Poros, uno de los puertos más emblemáticos de esta región. Estrechas calles y casas de colores mirando al mar son su principal atractivo. Una noche amarrados en el puerto es la ocasión perfecta para pasear y disfrutar de cualquiera de sus tabernas.
El atardecer desde la torre del reloj en Poros es una de las experiencias que no deberías perderte aquí.
Spetsès o Ile aux Jasmins
Una isla animada y llena de tiendas de ropa de diseño, restaurantes estilosos y propuestas de ocio a un precio superior al de otros destinos. Spetsès es un lugar de moda, y si te gusta lo cool, disfrutarás de la visita.
Ermioni o Hermione en el Peloponeso
El puerto de Ermioni o Hermione no está en una isla sino en el Peloponeso. A menudo sirve de base para visitar la isla de Hydra, donde es difícil amarrar y en la que los coches no están permitidos. Diariamente, un ferry une ambas islas con una travesía que dura poco más de veinte minutos.
La noche en Hermione me ha parecido más auténtica que en muchas otras islas, y aquí hemos disfrutado de una cena de pescado fresco a precio muy competitivo en una taberna frente al mar.
Agia Marina en Egina
El puerto donde seguramente hemos pasado más calor durante la travesía es Agia Marina, en la isla de Egina. La mitad del día lo hemos perdido buscando una taberna donde la brisa llegara tímidamente desde el mar y nos permitiera dejar de asfixiarnos a casi cuarenta grados y a pleno sol.
La playa frente al puerto, e incluso las mismas aguas del propio puerto son bonitas para el baño, siempre y cuando vayas con cuidado con los barcos que entran y salen sin parar.
Lo más bonito de Agia Marina es ver el atardecer desde el Templo de Afaya o Afaia. Se alza magestuoso sobre una colina con vistas al Golfo Sarónico, y a última hora de la tarde el sol juega con las columnas del principal enclave arqueológico de las Islas Sarónicas.
FOTO: Templo de Afaia en Egina / @Glòria Valllès
De vuelta a Atenas, hemos pasado un día nadando en las aguas de Salamina, la isla que dió nombre a la famosa batalla entre griegos y persas, y que se resolvió con la expulsión definitiva de los persas de territorio griego. Si te interesa este fragemtnto de la historia, National Geographic te lo cuenta muy bien en el artículo «La Batalla de Salamina: una victoria de todos los griegos».
Cosas a saber antes de alquilar un barco en las Islas Sarónicas
Me habría gustado que alguien me diera estas recomendaciones antes de firmar el contrato para alquilar un catamarán con capitán en Atenas, así que te las comparto por si resultan de utilidad:
- Los barcos se alquilan de sábado a sábado, pero lo que no te dicen es que el viernes antes de las 17,00 tienes que estar volviendo a puerto para inspeccionar la embarcación y cerrar el contrato. La última noche es, por lo tanto, en la marina de Atenas.
- Aunque insistas en tener toda la información, no siempre queda claro lo que está o no está incluido en el barco. Asegúrate de preguntar sobre las toallas, sábanas, papel de wc, material para practicar snorkle y demás.
- En nuestro caso, el barco no tenía un buen mantenimiento. Estaba sucio, faltaban cabos imprescindibles que tuvimos que parar a comprar en Poros, y en general la higiene y el mantenimiento dejaban mucho que desear. Todo ello, habiendo seleccionado muy bien el broker y mantenido una comunicación constante durante el proceso de reserva.