Cuando piensas en viajar a Italia, Piamonte no es la primera región que te viene a la mente. A no ser que seas un amante del vino en busca de explorar las regiones vinícolas más prestigiosas del mundo, Piamonte te sonará, como mucho, si conoces la historia de la Nutella. La crema de chocolate y avellanas que no falta en ningún hogar con niños y adolescentes, vio la luz en este rincón de Italia justo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el cacao era escaso y muy costoso.
Como en tantos lugares de Europa, la escasez dio lugar a la riqueza culinaria, y actualmente Piamonte y, en especial Barolo, es sinónimo de vino premium listo para envejecer. Tartuffo di Alba es un manjar exquisito que gourmets de todo el mundo vienen a probar en los restaurantes de la tierra de la prestigiosa trufa blanca de Alba. El chocolate y las avellanas cierran el círculo gastronómico, y los encuentras por todos lados cuando estás en ruta por los pueblos medievales y, muy especialmente, en las calles de la capital, Turín.
Los vinos de Piamonte: Barolo, Barbaresco y más
Piamonte, junto con Toscana, es la región vinícola italiana más reconocida internacionalmente. En Piamonte se etiquetan algunos de los vinos más caros del país, siendo Gaja la bodega que goza de un posicionamiento superior. Los viñedos se extienden por las colinas de Langhe, Roero y Monferrato, y han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En ellas se encuentran distintas denominaciones de origen:
- Barolo DOCG: los vinos Barolo se elaboran con la uva tinta Nebbiolo, de elevada acidez y taninos, normalmente proveniente de distintos viñedos. Los mejores Barolo provienen de crus como los que se ven en la foto, por ejemplo Barolo Cannubi DOCG.
- Barbaresco DOCG: una región más pequeña que Barolo y con una altitud inferior, donde la menor altitud y la influencia del río logran que la Nebbiolo madure antes que en Barolo. La Nebbiolo aquí desarrolla una acidez y taninos similar a los Barolo, pero también aromas de fruta y que les da una elegancia más sutil pero igualmente memorable.
- Asti y Alba: aquí encontramos distintas DOC y DOCG, relacionadas la mayoría con el nombre de la variedad. Barbera d’Asti DOCG y Barbera d’Alba DOC son las más extendidas. También encontramos los Dolcetto d’Alba DOC, que si bien se confunden con vinos dulces por su nombre, son vinos tintos de acidez media y aromas de cerezas y hierba seca.
- Gavi: en esta zona se elaboran vinos blancos con la variedad Cortese, naturalmente ácida y floral.
Si eliges viajar a Italia para descubrir el Piamonte, visitar alguna o varias de sus bodegas es casi obligatorio. Borgogno, en Barolo, y Rivetto, en Serralunga d’Alba, son las dos que he visitado en mi último viaje, pero en la región encontrarás muchas más opciones, como la histórica Marchesi di Barolo.
La trufa blanca de Alba: el oro gastronómico de Piamonte
Si hay algo que pone a Piamonte (Piemonte en italiano) en el mapa gastronómico global, es la trufa blanca de Alba. Este codiciado hongo es una joya que completa los menús de los mejores restaurantes del mundo. Cada año, durante el mes de Noviembre, Alba celebra su famosa Feria Internacional y todos los restaurante, desde los que tienen Estrella Michelin hasta restaurantes más sencillos de cocina regional, sirven trufa blanca a unos 60€ la ración de diez gramos. En la Feria Internacional que tiene lugar en el pueblo de Alba los viajeros pueden disfrutar de degustaciones, subastas y talleres dedicados a este manjar único.
Si quieres disfrutarla en algunos de los mejores restaurantes de la región, reserva mesa en All’Enoteca de Davide Palluda, o en Guido Ristorante, en Serrallunga d’Alba.
Platos típicos de Piamonte: un viaje de sabores tradicionales
La cocina piamontesa es un reflejo de su paisaje: rica, variada y profundamente arraigada en la tradición. Algunos de los platos que no te puedes perder incluyen:
- Vitello tonnato: Ternera fría servida con una salsa de atún, alcaparras y mayonesa.
- Tajarin: Finas cintas de pasta fresca servidas con mantequilla y trufa (quizás si te digo tagliatelli te resulta fácil imaginártelos).
- Bagna càuda: Una salsa caliente de anchoas, ajo y aceite de oliva, ideal para mojar vegetales frescos.
- Bonet: Un postre tradicional a base de chocolate, amaretti y caramelo.
Paisajes y experiencias: más allá de la mesa
Además de su oferta gastronómica, Piamonte es un deleite para los sentidos con sus impresionantes paisajes y actividades únicas. Desde paseos en bicicleta por los viñedos de Barolo hasta visitas a castillos medievales y mercados locales, la región invita a explorar su riqueza cultural y natural. Si buscas algo más activo, las montañas de los Alpes piamonteses son ideales para practicar senderismo o esquí.
Lo que seguro no puedes perderte es un día o dos en la capital, Turín. Si bien Turín no era una ciudad turística cuando vivía en Italia hace más de veinte años -visité la mayoría de ciudades destacadas del país, y nunca nadie me recomendó visitar Turín-, hoy en día es una capital dinámica, con buenos restaurantes, calles para perderte y museos que vale la pena visitar, como el Museo Egipcio. Su cercanía con los Alpes deja postales extraordinarias y un clima frío en los meses de otoño e invierno. ¡No te olvides el gorro y la bufanda si decides recorrer Turín y Piamonte en Noviembre!
Consejos prácticos para tu visita a Piamonte
- Cuándo ir: Los mejores meses son septiembre y octubre, durante la vendimia y la temporada de trufa.
- Dónde alojarse: Alquilar un apartamento es una muy buena opción si buscas comodidad a buen precio. Si deseas servicio de calidad, en Piamonte encontraràs alojamientos como San Maurizio Relais & Chateau y otras opciones en Langhe o Monferrato para disfrutar de la cercanía a los viñedos.
- Cómo moverse: Alquila un coche para explorar los pintorescos pueblos y bodegas de la región.