El nuevo estilo de Marqués de Cáceres

La emblemática bodega riojana es conocida por sus crianzas asequibles con muy buena relación calidad-precio. Pero detrás de este reconocimiento del mercado a sus tintos hay una historia que pocos conocen. Para descubrir en profundidad el esfuerzo que está realizando la firma, no solamente en marketing sino en recuperar variedades y elaborar vinos de calidad, viajé hace unos días a Rioja.

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El nuevo estilo de Marqués de Cáceres

Si te gusta el vino y habitualmente bebes vinos españoles, Marqués de Cáceres te suena. Quizás incluso la conoces o probablemente compras sus vinos. Ahora bien, ¿cuánto sabes de esta bodega, más allá de que vende vinos crianza elaborados en DOCa Rioja?

Para adentrarte un poco en su historia te diré que no fue de las primeras bodegas de Rioja – aunque el título de Marqués en su marca puede llevarnos a pensar que es mucho más antigua – pero sí fue la bodega que introdujo el uso de barricas de roble francés cuando en la región era más habitual utilizar roble americano.

Enrique Forner, un valenciano que había logrado grandes éxitos en Francia – en Château Larose-Trintaudon y Château Camensac, Grand Cru Classé en Haut-Médoc -, encontró en Rioja las condiciones climáticas y el terroir que buscaba para fundar Marqués de Cáceres. Era 1970 en un pequeño pueblo de Rioja Alta, Cenicero.

De aquella aventura creció una empresa que hoy se encuentra en la lista de bodegas más admiradas del mundo y que exporta a más de 130 países.

FOTO: Excellens Cuvé Especial Marqués de Cáceres, catado durante el viaje a Rioja en Abril 2025 / @Glòria Vallès

¿Cómo dar a conocer una marca, Marqués de Cáceres, ya conocida?

Cuando en los años 70 Forner llegó a Rioja proveniente de Francia, la relación entre comerciantes de Burdeos y viticultores y bodegueros riojanos ya era muy intensa, si bien Rioja se había forjado su fama por proveer vinos a unas bodegas bordelesas muy afectadas por la filoxera.

Es en aquél entonces cuando empieza la gran definición de lo que son hoy los vinos riojanos, cuando cada elaborador empieza a buscar y encontrar su propio carácter. Una nueva etapa en la que Marqués de Cáceres se convierte también en protagonista junto a las grandes firmas de la Denominación de Origen.

¿Qué ocurre entonces en los últimos años? Que la marca, muy consolidada a lo largo de todo este tiempo, empieza a sentir como tantas otras bodegas la desconexión con las generaciones más jóvenes, menos centradas en el producto y más interesadas en la búsqueda de experiencias y la conexión con los valores.

Cambiar la percepción de algo que ya existe

En branding existe algo llamado rebranding, que significa repensar la marca y definir cómo queremos comunicarla a partir de ahora. Y un rebranding se realiza por muchos motivos, uno de ellos cuando lo que los consumidores pensamos de la marca no encaja con la realidad, ya sea porque esta ha cambiado o porque es mucho más amplia de la pequeña porción que detectamos.

Y esto es lo que ha hecho, con mucho acierto, Marqués de Cáceres. Un rebranding que protege la identidad histórica de la firma y a la vez repiensa su comunicación para hacerla más emotiva. «Queríamos captar nuevos consumidores, porque nuestro brand loyalty era muy alto pero la imagen corría el riesgo de quedar desactualizada» cuentan desde el equipo directivo de la bodega.

Si entras en su web verás que todo ha cambiado mientras que el fondo sigue siendo el mismo. Encontrarás que en cada detalle te invitan a vivir el vino a tu manera. Incluso si eres de los que quieres disfrutar la vida sin alcohol, podrás descubrir su esencia a través de un aceite de oliva arbequina delicioso.

bodega Marqués de Cáceres en Rioja
FOTO: Sala de barricas de la bodega Marqués de Cáceres en Rioja / @Glòria Vallès

Los vinos de Marqués de Cáceres no nacen solamente en Rioja

Cenicero se encuentra en el centro de la región vitivinícola de Rioja. Aquí el clima es más moderado comparado con el que se da en los extremos este y oeste del mapa. «Las uvas que crecen hacia el oeste de este punto tienden a ser más ácidas y con más tanino, y las que crecen hacia el este, menos» explica Jancis Robinson en «The World Atlas of Wine«.

Marqués de Cáceres cuenta con viñedos a lo largo del territorio. Gestiona en Cenicero y Lanciego unas 50 hectáreas propias y colabora estrechamente con viticultores que proveen de 800 hectáreas adicionales. Otras 17 hectáreas en Laguardia y Lapuebla sirven como laboratorio para la innovación en viticultura – con recuperación de cepas viejas de Maturana, entre otras. En San Vicente de la Sonsierra hay otras 30 hectáreas con cepas de más de 40 años.

Pero te sorprenderá saber que la extensión de sus viñedos no acaba aquí. Desde hace algunos años, el grupo comercializa sus vinos de la DO Rueda también como Marqués de Cáceres, y elabora fantásticos tintos y rosados en la DO Ribera del Duero: Finca La Capilla.

FOTO: Finca La Capilla Ánfora Rosé, catado durante el viaje a Rioja en Abril 2025 / @ Glòria Vallès

En Ribera del Duero, Finca la Capilla tiene 60 hectáreas de viñedo repartido entre La Horra, Anguix y Roa, en una altitud media superior a los 800 metros. En Rueda, son 125 hectáreas de viñedo que permiten completar un catálogo amplio de vinos blancos.

Pocas veces un viaje nos deja indiferentes. El simple hecho de escapar unos días de la rutina para ir a descubrir otras realidades nos permite abrir la mente y aprender (o reaprender).

FOTO: Foto de grupo durante el viaje, con periodistas, influencers y el equipo de Marqués de Cáceres / @Glòria Vallès

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