Los platos con nombre propio suelen rendir tributo al autor o, al menos, al héroe de la historia. Sin embargo, en el caso de este dulce del carnaval judío sucede todo lo contrario: Hamán es el villano de la crónica que motiva que se celebre el Purim, que conmemora los acontecimientos del libro de Esther.
Según se relata en sus páginas, el antiguo rey del imperio persa Ajashverosh se casó con la joven judía Esther, que ocultó su origen. Era la sobrina de Mordejai, un líder de la comunidad judía del imperio. En esa misma época, uno de los hombres de confianza del gobierno de Ajashverosh era Hamán, un antisemita que sugirió a su monarca exterminar al pueblo judío por obedecer unas leyes distintas, decisión que contó con el beneplácito del rey.
Pero la hasta entonces triste historia sufrió un giro gracias a Esther, que consiguió no solo salvar a su pueblo, también enviar a Hamán a la horca que tenía preparada para la comunidad judía. Se cuenta que la reina hizo saber al rey que fue su tío Mordejai el que tiempo atrás, había escuchado una conspiración en contra de Ajashverosh, que notificó a su sobrina y esta, a su vez, avisó a su marido, que salvó su vida. Tras estos acontecimientos, el pueblo judío celebra con este particular carnaval su salvación milagrosa.
Hay muchas referencias etimológicas sobre el origen del nombre de este dulce. En Israel, se las conoce como onzei Haman (literalmente, Orejas de Hamán) y hacen referencia a las orejas del enemigo que fue derrotado.
Receta de las Orejas de Hamán
Ingredientes
- Mantequilla
- 1 taza de harina
- Levadura
- 1 cuchara pequeña de esencia de vainilla
- 1 taza de azúcar
- 1 huevo
- Jugo o ralladura de naranja
- Relleno al gusto (mermelada, chocolate, dátiles, etc.)
Preparación
- Para hacer la masa, mezclar la mantequilla y el azúcar hasta obtener una substancia cremosa.
- Añadir la harina, la esencia de vainilla y el huevo. Cuando esté combinado, agregar la harina y mezclar, hasta conseguir que quede una masa.
- Estirar esta masa sobre una superficie plana con un poco de harina espolvoreada y estirarla. Después, cortar en círculos de entre 5-8 centímetros.
- Colocar el relleno en el centro de la circunferencia y doblar tres bordes, para conseguir un triángulo. Conviene cerrar los bordes para evitar que sobresalga el condimento.
- Hornear entre 10 y 20 minutos en un horno previamente precalentado a 175 ºC, hasta que la masa esté dorada.
- Dejarlos enfriar y espolvorear un poco de azúcar.
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