Por Glòria Vallès
Quienes me conocen saben que Winestyle Travel me lleva a viajar constantemente a regiones donde el vino es el principal protagonista. En el último año he visitado Mendoza en Argentina, Valle de Colchagua y Valle de Cachapoal en Chile, Tokaj en Hungría, Sicilia y Emilia-Romagna en Italia, Priorat, Costers del Segre, Tarragona, Penedés, Alella y Empordá en Cataluña.
El año pasado fueron La Champagne y Bordeaux en Francia, Cape Winelands en Sudáfrica y Jerez de la Frontera, España. Los próximos destinos son Piamonte y Toscana en Italia y Napa Valley en California, y podría seguir.
Comparto esta información para dar a entender que conozco muy bien el sector del enoturismo, y lo observo y analizo constantemente a nivel internacional. Contrato experiencias en algunas de las bodegas que visito y, en otras, lamentablemente es imposible poder hacerlo.
Comprometerse a llevar clientes a todas las bodegas que he conocido no sería solamente inviable sino también irresponsable por mi parte.
¿Por qué digo esto? Porque los clientes cuentan con mi criterio y, siento decirlo: muchas bodegas son realmente aburridas de visitar. Por favor, que nadie se sienta aludido, no estoy pensando en ninguna en concreto.
Ofrecer turismo industrial, como dice el amigo Lluís Tolosa, sociólogo y escritor especializado en enoturismo y divulgación de la cultura del vino, es un gran error. Y lamentablemente muchas bodegas es exactamente lo que proponen, incluso sin saberlo.
FOTO: Picnic en Warwick Wine Estate, Sudáfrica. Sí, hay una Coca-Cola, y no pasa nada ;-)
Cinco claves de éxito para el enoturismo
He querido resumir en cinco puntos qué es lo que hace al enoturismo atractivo para mí y, en consecuencia, para nuestros clientes (recordemos, este artículo es una opinión personal):
1. No lo llamemos enoturismo, ¿es posible?
Hace mucho tiempo que la World Food Travel Association decidió nombrar al Wine and Food Tourism y al Culinary Tourism simplemente Food Tourism.
¿Por qué? Porque la gastronomía incluye el vino. Y porque beber vino sin comer – o visitar bodegas solamente – suena extraño. Turismo Gastronómico me parece mucho mejor.
NO HAY QUE VENDER BODEGAS, HAY QUE VENDER DESTINO. LA RIVALIDAD HISTÓRICA ENTRE LOS PRODUCTORES DE VINO NO FUNCIONA EN EL TURISMO.
2. Visitar la bodega, ¿para qué?
Acero inoxidable, embotelladora, encajadora, etiquetadora… ¿De verdad es necesario ver todas las instalaciones de todas las bodegas para comprender el vino que hacen?
No es mejor que en lugar de entender el vino, ¿lo disfruten? Si el visitante es un enólogo, sumiller o profesional del sector tiene un sentido mostrarle las instalaciones industriales. Pero para el turista, viajero o visitante, … ¿es realmente importante?
La realidad es que no hay que vender «bodegas» hay que vender «destinos». Es mucho más eficaz en la venta ofrecer un viaje gastronómico a Oporto que proponer una visita a una de las bodegas que podemos visitar en Vila Nova de Gaia. La rivalidad histórica entre bodegas productoras de vino y espumosos no funciona cuando quieren conquistar el sector del turismo.
Colaborar, hacer propuestas conjuntas, promover el destino entre todos, ofrecer degustaciones en las bodegas de los vecinos… esto es lo que traerá el éxito del enoturismo a medio y largo plazo. ¿O es que Ibiza sería el gran destino que es hoy si solamente hubiera tres hoteles y dos restaurantes?
CUANDO LA EXPERIENCIA ES MEMORABLE, EL VISITANTE RECORDARÁ LA MARCA DEL VINO, CAVA O CHAMPAGNE DE LA BODEGA QUE HA VISITADO
3. Una experiencia, ¡exacto!
Hace años que se habla del turismo de experiencias, no es nada nuevo. Si partimos de la base que la motivación de un turista para acercarse a una bodega es pasar un buen rato, pensemos en cómo darle este valor a nuestra bodega.
Muchas ya lo hacen: visita a los viñedos en bicicleta eléctrica, picnic en el jardín mientras degustamos sus vinos, vuelo en helicóptero, cata de vinos de la gama Premium con el propietario, atardecer con chill out y buenos cavas … Lo que sea que pueda atraer la atención y brindar una experiencia única e inolvidable.
Cuando la experiencia es memorable, la marca se recuerda. Y las bodegas (y las marcas en general) si algo necesitan en un mundo altamente competitivo es crear marca.
4. Marketing, marketing, marketing (y comunicación corporativa).
La bodega que abre sus puertas debe tener muy claro que los clientes que se acercan a visitarla deberían tener un perfil parecido o igual al de los clientes que consumen sus vinos.
Es decir, las experiencias son parte importante de su estrategia de marca (o deberían serlo). Por lo tanto, la estrategia de marketing y comunicación deberíamos tenerlas muy presentes cuando planifiquemos la estrategia de turismo.
5. No tengamos miedo del precio.
En Napa Valley, el gasto medio por turista es de más de 140 dólares por día sin alojamiento. Cierto que no todas las regiones son ni serán nunca Napa Valley, pero si queremos que el cliente valore el producto, no lo podemos regalar.
Hay que adaptar el precio de la experiencia a cada tipología de cliente, pero también utilizar la estrategia de precios para seleccionar el tipo de cliente que queremos. Marketing de toda la vida, nada más.
Finalmente, y excediéndome a la promesa de seleccionar solamente cinco puntos que hacen del enoturismo una experiencia de éxito, hay un elemento fundamental:
el personal que está atendiendo a los visitantes debe tener un nivel de conocimiento elevado sobre vinos.
Algunos pensarán que es una obviedad, pero en España a menudo nos encontramos con esta situación: guías que se han aprendido la visita básica y no pueden salirse del guión, camareros que no conocen los vinos de la bodega que están sirviendo, personal poco preparado para responder a preguntas un poco más técnicas…
Muchos visitantes tienen un nivel medio o bajo de conocimiento sobre vinos, pero cuando llegan los expertos… la imagen que puede llegar a dar la bodega es terrible si la persona que atiende a los visitantes no está al nivel.
Formación, profesionalización y estrategia sería, en resumen, lo que necesitan las bodegas para tener éxito con el enoturismo (con el turismo gastronómico, si se me permite).
Si te gusta la gastronomía y los vinos, puedes viajar con nosotros a los mejores viñedos, bodegas, hoteles y destinos gastronómicos del mundo. Contacta con nosotros si lo que te interesa es que diseñemos un viaje a medida: hola@winestyletravel.com