Entre la cultura romana y la germana, Alsacia ha tejido su historia a la sombra de dos guerras mundiales y sin dejar nunca de lado el vino. Ya en la Edad Media, el vino alsaciano era reconocido en Europa. En los valles de los Vosges, donde antaño hubo batallas incesantes, hoy crecen pacíficamente las vides de Riesling, Gewürztraminer y Pinot Noir.
Y aunque los vinos alsacianos se exportan alrededor del mundo y los hemos disfrutado más de una vez, pensamos en Alsacia solamente cuando se acerca Navidad. Los mercados navideños a la orilla del río en Colmar son un atractivo turístico innegable, pero muy frecuentemente llama demasiado la atención y en fechas determinadas la masificación puede arruinar la experiencia.
En cambio, visitar Alsacia fuera de temporada es una opción excelente y nos permite reservar mesa en fantásticos restaurantes, encontrar alojamiento de calidad a buen precio, pasear o pedalear por las rutas entre viñedos y degustar vinos directamente en las bodegas.
Lo mejor del enoturismo en Alsacia
Desde 1962 Alsacia cuenta con denominación de origen Alsace y en 1975 recibió la DO Alsace Grand Cru. Un año después, las burbujas que compiten directamente con el champagne y otros espumosos del mundo, también recibieron su propia DO: Crémant d’Alsace.

FOTO: @Pexels
Lo que tienes que saber de los vinos de Alsacia
Alsacia cuenta con uno de los climas más secos de Francia. Cae entre 500 y 600 mm de agua por año – menor que la pluviometría media de 675 mm en Champagne y Borgoña, y los 870 mm en Burdeos- lo que permite trabajar cómodamente el viñedo con prácticas ecológicas y biodinámicas.
La alta insolación que reciben las vides en las laderas de las colinas de los Vosges favorecen una maduración de la uva lenta y prolongada. Sumado a las grandes diferencias de temperatura entre día y noche y a los inviernos muy fríos, las condiciones son idóneas para obtener vinos altamente refrescantes, con una acidez que muy a menudo se compensa con azúcar residual. Si pruebas vinos tradicionales, verás que el azúcar es siempre parte de la experiencia.
Otro elemento interesante de la viticultura en esta región francesa es la gran variedad de suelos que existen. Cualquier amante del vino disfrutará catando varios vinos elaborados con la misma variedad en suelos muy distintos: granito, terreno calcáreo, arcilla, esquisto o arenisca que se extienden a lo largo de 15.000 hectáreas.
En Alsacia, los vinos deben principalmente su nombre a las cepas:
- Variedades de uva blanca: Sylvaner, Pinot Blanc, Riesling, Muscat, Pinot Gris, Gewürztraminer.
- Variedades de uva tinta: Pinot Noir
Ruta de los vinos de Alsacia: 170 km de paisajes y sabores
Las fincas de Alsacia se conservan en la familia y se transmiten de generación en generación. Esta tradición es uno de los sellos de identidad de su industria bodeguera, y es común que cuando visitas las bodegas sean los propios miembros de la familia quienes te atiendan.
Para organizar tu viaje encontrarás mucha información en la Route des Vins d’Alsace, una de las rutas vinícolas más antiguas de Francia. A lo largo de más de 170 kilómetros, desde Marlenheim hasta Thann, atraviesa 70 pueblos y paisajes que parecen salidos de un cuento. Es posible recorrerla en coche, pero lo ideal es hacerlo en bicicleta eléctrica o incluso caminando algunos tramos entre viñedos.
Imprescindibles en la ruta: Ribeauvillé, Hunawihr, Eguisheim, Turckheim y Riquewihr. Cada uno conserva la arquitectura tradicional de entramado de madera, callejuelas empedradas y fuentes centenarias.
Bodegas recomendadas para visitar en Alsacia
- Domaine Schlumberger (Guebwiller): Séverine Schlumberger lidera la empresa con determinación y un amplio conocimiento del vino y los negocios. Muy recomendable catar distintas añadas de sus Riesling Grand Cru y, si tienes suerte, probar añadas antiguas.

FOTO: Riesling de distintos Grand Cru de Domaine Schlumberger / @Glòria Vallès
- Domaine Bott Fréres (Ribeauvillé): los Crémant d’Alsace y los Riesling de esta familia son una excelente elección. Vale la pena acercarse a su sala de catas y degustar los riesling de las distintas parcelas para descubrir el impacto del terroir en el resultado final de un vino.

FOTO: Riesling de distintos Grand Cru de Bott Frères / @Glòria Vallès
- Domaine Bott-Geyl (Beblenheim): viticultura orgánica y biodinámica. Perfecto para quienes buscan vinos más naturales que huyen de las tendencias.
- Domaine Allimant Launger (Orschwiller): una bodega histórica y muy familiar en la que te adentrarás plenamente en la tradición de los espumosos de Alsacia. Disfruta sus Crémant con muy buena relación calidad – precio.

FOTO: Crémant d’Alsace de Allimant-Launger / @Glòria Vallès
- Domaine Muré (Rouffach): gestionada por dos hermanos, sus Pinot Noir son elegantes y frescos. Merece la pena probarlos después de visitar sus viñedos en una tarde soleada.

Dónde dormir en Alsacia: hoteles con encanto entre viñedos
Hoteles boutique
- La Maison des Têtes (Colmar): un Relais & Châteaux ubicado en un edificio del siglo XVII. Con una estrella Michelin en su restaurante, es ideal para quienes buscan lujo y gastronomía en el corazón de Colmar.
- Le Chambard (Kaysersberg): otro Relais & Châteaux de cinco estrellas con el restaurante de dos estrellas Michelin «La Table d’Olivier Nasti». Perfecto para foodies y amantes del vino.
- Hotel Les Haras (Estrasburgo): un 4* ubicado en un antiguo establo real. Es una mezcla exquisita de historia y diseño contemporáneo. Ideal si quieres alojarte en Estrasburgo.
Alojamientos rurales y sostenibles
- Le Clos des Sources (Thannenkirch): hotel 3* ecológico con spa, en plena naturaleza.
- Au Riesling (Zellenberg): cómodo, con muy buen servicio y ubicado en la Ruta del Vino.
Restaurantes para no perderse en Alsacia
La Guía Michelin recomienda 19 restaurantes distintos y Star Wine List destaca 25 wine bars y wine restaurants en la región. Fuera de estas guías que suelo consultar cuando viajo he encontrado muy interesante la propuesta informal y muy cuidada de Valeria y Tristan en Le Vatrivin. Si los visitas, no dudes a pedir un Pinot Noir de la productora Mélanie Pfister.

FOTO: Maridaje en Le Valtrivin / @Glòria Vallès
En definitiva, en Alsacia encontrarás un destino Slow en toda regla, siempre y cuando evites los famosísimos mercados de Navidad. Tres o cuatro días en la región son suficientes para descubrirla y disfrutarla, y si quieres aprovechar para descansar y poner un poco de pausa a una vida demasiado ajetreada, una semana es sin duda el tiempo ideal.
Consejos prácticos para tu viaje a Alsacia
- Cómo llegar: Vuelos a Estrasburgo o Basilea-Mulhouse. Desde allí, coche de alquiler para recorrer la región a tu ritmo.
- Idioma: se habla francés, pero muchos locales entienden alemán. En zonas turísticas, también algo de inglés.
- Moneda: euro.
- Clima: continental. Invierno frío con posibilidad de nieve; veranos cálidos.